5 de octubre de 2011

Delirium, Lauren Oliver

Si os digo... Sequedad en la boca, pensamientos acelerados, habilidades de razonamiento mermadas, euforia, alteraciones de apetito, insomnio, obsesión, inseguridad, fantasías... Podéis pensar en muchas cosas, pero mi objetivo era que se os viniese a la cabeza la palabra "Enamoramiento". Si a todo esto le añadimos alguna cosilla negativa más, como la MUERTE, tenemos un sentimiento convertido en una enfermedad. La Deliria Nervosa de Amor.




   A mucha gente le da miedo la intervención. Algunas personas incluso se resisten. Yo no tengo miedo. Estoy impaciente. Me la haría incluso mañana si pudiera, pero hay que tener dieciocho años, a veces algo más, para que los científicos te curen.

Nuestra protagonista, Lena, está a tres meses de someterse a la intervención, es decir, que está a tres meses de convertirse en un muermo de erradicar la Deliria Nervosa de Amor en su cuerpo. Vive en una sociedad que piensa que el amor y los sentimientos incontrolables son nocivos y letales para el ser humano, por lo tanto, tienen que ser eliminados, como si de una enfermedad se tratase. 

Antes de someterse a la operación que le hará convertirse en un ser casi sin sentimientos, Lena tiene que pasar unas pruebas de evaluación para elegir su futura pareja según sus gustos y aficiones. Todo muy frívolo. Sin embargo, durante la evaluación, ocurre algo inesperado, totalmente inesperado que pondrá una pequeñísima sombra de duda en la cabeza de Lena.

Me mata esta imagen xD
Lena está encanta con los sistemas de control del gobierno porque claro, así la han educado y es lo normal y lógico. Enfermedad, cura. A todo esto se suma el hecho de que la cura de su madre no salió muy bien que se diga y ésta acabó suicidándose, un escándalo en una sociedad donde los actos impulsivos son controlados.  Ahora Lena vive con sus tíos y las hijas de su prima, fallecida también. Una de ellas, la más pequeña, Gracie, se niega a decir una sola palabra, quién sabe el porqué.

Su mejor amiga Hana es un poco rebelde (yo la veo en la plaza de Sol junto a los indignados), se plantea cosas que no debería plantearse y siente atracción por lo prohibido. Y quieras que no, esa actitud se acaba quedando, aunque sea sólo un poquito, y Lena acaba cuestionándose cosas importantes... Ah, y claro, el chico de rigor, el que termina de "corromper" a nuestra Lena.

Una de las mejores cosas del libro es la evolución de la protagonista, que pasa a ser una persona dócil y con la misma opinión del resto del planeta a un alma revolucionaria deseosa de cambios. Todas las distopías tienen como objetivo hacer una crítica a nuestra sociedad llevándola al extremo en el libro. Y esta no va a ser menos. Delirium hace que te plantees cómo está el mundo actualmente, cómo nos controla o nos deja de controlar el gobierno. 
No diré ameno y divertido porque no lo es. Engancha, sí, pero es bastante lento, lo cual no siempre es malo, como en este caso, aunque quizás haya descripciones en exceso y pocos diálogos que hagan la lectura más ligera. Pero tengo que RESALTAR, con mayúsculas, el final. ¡El final! Es abierto como pocos y te deja con la necesidad urgente de la segunda parte.

Puntuación: