26 de agosto de 2010

Si no despierto, Lauren Oliver

¿Qué crees que pasa cuando mueres? ¿Lo has pensado alguna vez? Os contaré qué le pasó a Samantha Kingston, una adolescente típica americana. Es popular, la mejor amiga de la líder del grupo de las más populares, cruel con el resto del mundo, novia del chico más "cañón del insti". De esas que copian en los exámenes, se emborrachan cuando quieren, no se separan del móvil y el poco tiempo que pasan en casa están en su habitación haciendo Dios sabe qué.

Era un viernes como otro cualquiera. Sam pasa del chico "friki" que está loquísimo por ella, coquetea con el profesor de lengua sexy aunque ella tenga novio, humilla a la loca de turno, copia en los exámenes, se morrea con su novio, se escaquea de clase... En fin, el pan de cada día. Al ser viernes la fiesta está asegurada. Esta vez, en casa del "friki", Kent McFuller. El chico de los dibujos del periódico escolar, el chico de las zapatillas de cuadritos blancos y negros, el chico del sombrero de hongo y el chico de los ojos verdes como la hierba. 

Miro por encima de su hombro y le copio las dos primeras respuestas -nunca me cazan-. Estoy acabando la segunda cuando el señor Tierney anuncia:
-Treees minutooos -lo dice con voz teatral, como el narrador de un documental emocionante, y la papada se le bambolea.

Bueno, pues lo que prometía ser una de las noches más importantes de la vida de Sam, iba a perder la virginidad con su novio Rob, terminó en tragedia. Juliet Sykes, más conocida como La loca de la Colina, se presentó en la fiesta y se lió parda, Sam y sus amigas, Lindsay, Elody y Ally, se emborracharon más de lo debido y cogieron el coche... Sí, lo que pensáis, accidente. Lo último que Sam recuerda es que sonaba With or Without you... 

Cuando Sam despierta después del accidente, es viernes. Esa noche hay fiesta en casa del "friki" Kent... Espera... Algo va mal. ¡Sam está viviendo el día de ayer/hoy otra vez! Y esta situación se repetirá hasta la saciedad, bueno, sólo siete veces. ¿Qué tiene que hacer Sam para dejar de vivir el mismo día again, and again, and again, and again...? ¿Tiene que convertirse en una monjita de la caridad? ¿Hacer el bien ayudando a las ancianitas a cruzar la calle (nunca, en mi vida, he visto una persona mayor que necesite ayudar para cruzar un paso de cebra), dar dinero a los pobres y hacer trabajos comunitarios? ¿O simplemente dejar de beber y ser amable con la gente?

Me ha encantado leer día tras día. Empecé pensando que se haría repetitivo, siete veces lo mismo pero con otros matices. Pues me equivoqué de principio a fin. Todos los días son completamente distintos. Una de las cosas que más destaco es la evolución de la protagonista, Sam. Vemos claramente como cada día cambia, madura y se hace más responsable sin dejar de ser una adolescente. La historia no es lo más original del mundo, pero el modo en el que la historia está contada me ha gustado mucho. Me he sorprendido muy gratamente lo diferentes que son los hechos que suceden en cada día. ¿Lo mejor? Las frases y párrafos escritos en cursiva, cuando Sam ya sabe qué ha pasado y nos lo cuenta. Precioso.

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